¿Cómo se desarrolla un taller de grupo?
En una constelación de un taller de grupo tanto el facilitador de constelaciones familiares como todos los participantes se ponen al servicio de la persona que va a constelar.
El trabajo se realiza mediante la representación, donde la persona que va a constelar (o el facilitador) elige de entre los miembros del grupo a aquellos que van a representar a las personas importantes para su tema (padre, madre, hijos, trabajo…) y las colocará en el espacio en el orden que ella sienta. A partir de ese momento, las personas implicadas tan solo tienen que dejarse sentir y permitir el movimiento de su cuerpo. El facilitador interviene en la constelación tan solo cuando es estrictamente necesario.
Mediante esta representación, el cliente, el resto de participantes o el facilitador vuelven a sentir lo que el cliente o alguno de sus ancestros sintió en su momento y no pudo procesar adecuadamente. A través de los movimientos del cuerpo se va a mostrar qué es lo que sucedió, y cuál es la emoción o el hecho que quedó encerrado y que está bloqueando a la persona.
Una vez que aparece el bloqueo, se camina hacia la reconciliación de los implicados en ese hecho, también a través de los movimientos del cuerpo o de algunas palabras. Al vivir esa emoción o esa situación que estaba sin afrontar, sacarla a la luz e integrarla, la carga se libera y la persona puede ser un poco más libre para estar presente en su vida y tomar las decisiones que quiera tomar, sin verse inclinada a repetir los patrones o comportamientos del pasado.
Los que constelan
La persona que va a realizar la constelación expone su tema al grupo y se elegirán las personas que el constelador considere de entre los asistentes para realizar la representación. Si es un tema delicado y la persona desea que no se conozca, puede hablarlo en privado con el constelador y no se dirá en voz alta ni cual es el tema ni a quien representa cada uno, solo la persona que va a constelar tendrá conocimiento de ello.
La persona que constela tan solo ha de mirar todo lo que se va desarrollando en la constelación y, en un momento dado, puede ser necesario que diga una frase o que entre ella misma en su constelación. Esto es algo que el constelador sentirá y dará paso a ello cuando sea el momento. La persona que constela puede participar en las constelaciones de los compañeros como asistente.
Los asistentes
Aquellos que desean asistir a un taller de grupo de constelaciones pero no desean constelar. Se ponen al servicio de los que sí van a constelar ayudando mediante la representación en lo que se necesite. Si alguien no quiere salir a representar o siente que no es su momento, no es obligatorio el hacerlo, puede simplemente mirar el desarrollo de las constelaciones. Cuando uno representa simplemente se deja sentir y permite el movimiento de su cuerpo. La representación es en silencio en todo momento.
En todos los talleres de grupo se llevarán a cabo dos ejercicios de constelaciones para que tanto los asistentes como los que constelan puedan trabajar algún tema importante para ellos.