¿Quién puede abrir la puerta que conduce a la abundancia? Tu madre. Cuando rechazamos a nuestra madre, es como si también rechazáramos la abundancia en nuestras vidas. Por eso es importante sanar la herida de la madre para atraer abundancia a tu vida.
Esto es porque la primera experiencia de abundancia que hemos vivido es cuando fuimos concebidos y estuvimos durante meses en el útero de nuestra madre. Allí, ella te proporcionaba en cada momento todo aquello que necesitabas para vivir. No había nada que tuvieras que hacer.
Sin embargo, la mayoría de las personas han tenido experiencias con su madre a una edad temprana que fueron difíciles o dolorosas, y de alguna manera sintieron como una ruptura interna en el vínculo con su madre.
Por ejemplo, si mamá estaba física o emocionalmente ausente cuando te acercaste a ella cuando eras un bebé, si sentiste que ella no te protegió mientras crecías, si sentiste que ella era sobreprotectora o asfixiante, o tuviste que cuidarla tú a ella, una parte de ti la rechazó y se retiró.
A menudo, nos enfocamos en lo que ella nos hizo o no hizo, sin poder ver más allá y sintonizarnos con lo que debió haber pasado o las circunstancia que ella misma estaba atravesando. Quizás ella estaba infeliz en su relación y esto hizo que se sintiera infeliz en general y no estuviera disponible para nosotros. Tal vez vivió con miedo o tuvo que cuidar a alguien que estaba enfermo; o quedó embarazada de nuevo cuando no estaba preparada, o estaba enferma ella misma o había experimentado un trauma de apego con su propia madre y era imposible para ella darnos lo que queríamos. Simplemente no nos lo dio porque no lo tenía.
Ninguna mujer es perfecta, pero tu madre es la persona perfecta para ti. Ella es la que fue elegida para traerte a la vida y acompañarte y proveerte de todo lo que necesitabas por lo menos en tus primeros 9 meses de vida.
¿Cuál es la solución para curar la herida de la madre? Se trata de retroceder interiormente a ese momento en el que ocurrió la desconexión, al momento en el que se interrumpió el flujo de abundancia que venía a través de ella, y completar el movimiento aquí y ahora. Solo cuando acogemos a nuestra madre y la abrazamos tal como era, nos sentimos más en paz con la vida y podemos estar en el fluir de la abundancia.
¿Esto cómo lo podemos hacer? A través de las constelaciones familiares podemos retomar ese movimiento interrumpido y, donde hubo separación, volver a poner amor. Al cambiar la percepción que tienes de tu madre, toda tu relación con ella cambiará.
Algunas frases que puedes decirle interiormente son: “mamá, gracias por todo lo que me diste»; “gracias mamá, por ser como eres. Eres la perfecta para mí.»; «mamá, recibí la vida de ti y eso es suficiente, yo me ocupo del resto. Tú hiciste tu parte y ahora yo haré la mía «.